Bajo este lema tuvo lugar el coloquio organizado por el Foro Empresa Humanismo y Tecnología de la Comunidad Valenciana y la Cámara de Comercio de Valencia en su Salón de actos de la calle Poeta Querol con la participación de más de sesenta empresarios, directivos, tecnólogos, profesionales y académicos, y la presencia de los presidentes de ambas entidades D. José Vicente Morata y D. Iñigo Parra.
El profesor del Departamento de Empresa Informativa de la Universidad de Navarra D. Angel Arrese puso de manifiesto, con un ameno recorrido a través de imágenes bien seleccionadas de la producción hollywoodiense al respecto, el tratamiento sesgado que históricamente se ha dado del tema tanto en los medios audiovisuales como en el cine, con papel muy decisivo en la transmisión de ideas y referencias simbólicas, dando como resultado una imagen negativa en muy amplias capas sociales. Ello a diferencia de la prensa y la radiodifusión que se han visto beneficiadas por la acción de profesionales interesados en proyectar referencias positivas del mundo de los negocios, las empresas y los empresarios.
Begoña Clérigues, Directora de Comunicación de la institución anfitriona, resaltó por su parte la tendencia positiva de los medios que se experimenta al respecto de la imagen proyectada en los últimos decenios, haciendo especial mención de las pymes y microempresas en las que el empresario por lo general conforma con los empleados unos equipos compactos de trabajo de los que se ocupa a fondo, ejerciendo su liderazgo muchas veces bien comprendido y compartido por todos, también en estrecha relación con todos los stakeholders. En su opinión la imagen negativa podría proceder de ámbitos ajenos a la empresa que resaltan en exceso, de modo interesado muchas veces, las noticias de economía negativas que obviamente se producen y manipulan en ocasiones las positivas.
Hay que resaltar las abundantes aportaciones de los participantes en el coloquio, tanto en ideas con proyección de futuro como en preguntas de calado, directas e incisivas, que animaron indiscutiblemente el evento. Concluyendo: al parecer generalizado, la imagen hay que obtenerla y mejorarla regándola todos los días a base de trabajo tenaz e intenso en las empresas por parte de todos sus componentes como vienen haciendo en su gran mayoría desde siempre, pero más en épocas de sequía en reputación institucional. Los casos de éxito animan a emprendedores, pero pueden cansar a la gran masa social que curra día a día sin apenas tiempo de pensar en éxitos ni fracasos, menos los deslumbrantes, produciendo un cierto y no perseguido “efecto rechazo” de la empresa y los empresarios, indispensables para el progreso de la sociedad. También de la digitalizada en la que cuentan con nuevas y muy potentes herramientas para proyectar su magnífica realidad.